Aventuras del velero Brisa
Liberación
Ahora me siento oprimido por la marina, restringido. Desde mi vuelta en marzo, tres meses atrás, he logrado las mejoras necesarias para seguir navegando y una gran variedad de proyectos mejor hechos con acceso a un taller.
- Renoví la sistema de enfría para el motor, incluyendo el intercambiador de calor.
- Limpié el tanque de combustible.
- Inspeccioné la cadena del anclaje.
- Reemplacé el grillete de acero inoxidable para el ancle con un par de grilletes de acero galvanizado.
- Acondicioné la ancla principal.
- Construí un par de remos.
- Pinté las amarres para los bidones.
- Pinté los soportes para la fueraborda, luz de navegación de popa y
las antenas para el sistema AIS.
- Renové la espuma para los colchones del salón mayor y fabriqué fundas
nuevas para todos los colchones.
- Reemplazo piezas del timón de viento, lo renové, limpié y renové su soporte
para que funcione bien de nuevo.
- Limpié la cubierta.
- Limpié y pulí los barriles de acero inoxidable.
- Removí una antena no usada a lo alto del mástil y su cable.
- Renové todas las mangueras del sistema de combustible.
- Cambié el lubricante por el motor.
- Renové el alternador del motor con un cojinete nuevo y ajusté la correa.
- Otros proyectos pequeños de mantenimiento en el interior.
Hice bastante. Entre si, crucé por el canal dos veces, navegué unos veces, incluso con compañeros de Club Nautilus quien visitó. Pasé cuatro días en el Río Chagres.
He hecho buenos amigos acá. Me cuesta separarme de ellos. Quedaremos en contacto, algunos. Experimentamos nuevas aventuras para compartir.
Ya viene la hora saltar las líneas de amarre para abrir un nuevo capítulo en la bitácora, explorar los fondeaderos y disfrutar la vida plena afuera, con la naturaleza. Voy a navegar, nadar, snorkelear, solear, disfrutar.
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mantenimiento - Panamá