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Aventuras del velero Brisa
26 May 2023

Nuestra primera visita a Brisa...

Luego de una irresistible invitación de nuestro querido amigo Douglas fuimos a visitarlo a Panamá. El 19 de mayo abordamos en Carrasco con mi esposa Roberta nuestro vuelo directo a Panamá con COPA.

Primera experiencia con esta línea aérea. Fue muy fácil la reservación, la página Web, el check-in online, la información de los requisitos para entrar en Panamá (ninguno para uruguayos hoy en día). En definitiva, una impresión muy profesional. Había tres vuelos distintos. Elegimos el vuelo de las 11:00 de la mañana por ser un horario muy cómodo. Llega 17:00 al aeropuerto de Tocumen en Panamá City.

El vuelo de 7:30 horas es sumamente tolerable volando en Economy. La comida, a pesar de haber sido pasta, fue excelente. En mi caso que por estar casado con una italiana tengo bastante experiencia en esta comida jeje. Si se elige la ventanilla del lado derecho (para evitar el sol durante el vuelo que dura toda la tarde…) es muy interesante observar la variada geografía sudamericana.

Ruta desde el club Nautilus

El vuelo por COPA

El trayecto luego de dejar las ya conocidas llanuras uruguayas y argentinas se vuelve muy interesante y se puede aprovechar como si estuviéramos viendo un documental en la TV. Además de divertido acorta el viaje enormemente.

Por suerte el avión paso encima del Nautilus (fácil de reconocer con su inconfundible piscina azul) para darle nuestro último saludo.

Desde el imponente Rio Uruguay… hasta los meandros del Amazonas…

Dos ríos

Finalmente luego de 7:30 aterrizamos en medio del imponente skyline de Panama City.

Ciudad Panamá

Al llegar al aeropuerto de Tocumen y pasar por la Aduana había unos perros de narcóticos que por suerte no les intereso el cargamento de yerba mate y adobe para chimichurri que encarecidamente nos había encargado Douglas.

Douglas y Brisa nos estaban esperando en una esplendida marina cerca de Colon, segunda ciudad de Panamá. Pero para llegar ahí tenemos que ir desde Panamá City en el Pacifico hasta Shelter Bay en el Atlántico. Ese viaje demanda 1:35 y hay que hacerlo en taxi. Cuesta unos USD 90 por tramo con un moderno auto de un chofer conocido de Douglas.

Día con la ciudad y el canal de Panamá

Ya que estábamos en Panamá City decidimos quedarnos un día para conocer la ciudad. Es muy interesante el contraste de la renovada ciudad colonial a la parte moderna donde nos alojamos en el Financial District. Al día siguiente dedicado a Panamá City fuimos a hacer el tour del Canal de Panamá, visitamos

El Canal de Panamá en Miraflores donde hay que ir bien temprano para ver el paso de los barcos de carga desde una platea construida para el publico y que se llena de turistas mas tarde. Imperdible el IMAX que hay incluido con la entrada a la visita contando en 45’ la historia del Canal con una producción estupenda.

El Casco histórico totalmente renovado con sus calles coloniales sumamente limpias y negocios muy lindos y turísticos

Catedral de Santa Maria imponente y también refrescante en el calor del mediodía.

Amador Causeway para ver el Skyline de la ciudad desde el mar

El museo del Canal de Panamá en el Casco Antiguo es quizá lo mas interesante para entender la historia de Panamá, de la compleja construcción, de la histórica relación del país con USA, etc, etc. Se pueden pasar horas en este excelente e imperdible museo.

Por la noche fuimos aun supermercado enorme de una cadena estilo americano de mucho lujo para comprar víveres para nuestra visita al Brisa. El tema logístico es el siguiente. Brisa esta en una marina espectacular pero alejada de cualquier centro urbano. Por dicho motivo Douglas tiene que tomar un taxi o un minibús cortesía de la Marina para ir hasta la ciudad de Colon y comprar víveres. Normalmente lo hace cada 15 días. En este caso ya que íbamos en taxi aprovechamos para hacerle la compra de esa quincena. Así que haciendo videoconferencia con WhatsApp íbamos recorriendo las góndolas y cargando el carrito según las indicaciones de Douglas.

A todo esto, quería comentarles que la conexión de Internet es sumamente barata y buena. Lo que hay que hacer es ir a un kiosco y comprar un chip de Tigo que es la telefónica con mejor cobertura El chip con 5 Gb cuesta unos 6 USD. Eso nos alcanzo para toda nuestra estadía de cinco días en Panamá.

Llegada con Brisa

Al día siguiente nos paso a buscar puntualmente el chofer “viejo con cara feliz” que Douglas nos había coordinado.

Luego de un viaje de 1:30 por una carretera recién reconstruida llegamos a la lujosa marina Shelter Bay dónde está Brisa con su capitán esperándonos en la entrada.

Llegada a Shelter Bay

Fue muy emotivo encontrarnos con Douglas en un lugar tan alejado de todo ya que íbamos con Roberta decidimos quedarnos a dormir en un hotel que hay dentro de las instalaciones de la Marina así que luego dejar el equipaje fuimos a conocer a Brisa que había sido pintado hace poco de color azul turquesa y se confundía con las transparentes aguas del Caribe.

Douglas y Edgar con Brisa

El barco estaba impecable. Se ve que Douglas había trabajado arduamente en los días anteriores. Se podía comer en la sentina literalmente. Luego de conocer el barco en detalle que tanto nos había hablado y del cual habíamos visto tantas fotografías fuimos a recorrer las instalaciones de la lujosa marina, de la piscina, de los lujosos barcos amarrados etc.etc.

Ese día almorzamos en Brisa cómodamente amarrados en la marina y viendo el movimiento de Shelter Bay que tiene unos 200 barcos distribuidos en 6 muelles flotantes. Es un área muy reparada, con un agua muy transparente dónde la mayoría de los barcos son del norte de Europa o de Estados Unidos y están llegando desde, o yendo hacia, el Pacífico.

El cruce del Canal de Panamá como Douglas nos relató es sumamente complejo tanto del punto de vista burocrático cómo del tema de seguridad. El canal puede llegar a ser muy turbulento dentro de las esclusas por lo cual cada cruce de un velero de estas pequeñas dimensiones tiene que contar con una tripulación de cuatro cableros que son los que tienen amarrado en cada punta del barco hacia el borde del canal para que el barco no rote en sí mismo por causa de los remolinos. A estos cableros hay que contratarlos y mucha gente que hay ahí en el club hace ese trabajo. Un típico cruce de un velero demora una semana entre papeleos, esperas para, medición del barco, contratación de los cableros. El cruce en sí mismo demora unas 36 horas y cuesta muuuuchos dólares.

Zona selvática

Por la tarde hicimos una excursión por una zona selvática qué hay atrás de la Marina y llegamos a un a una fortificación abandonada del la armada estadounidense que tenía cañones escondidos en medio de la selva en unas fortificaciones de hormigón con túneles y habitaciones abandonadas qué exploramos a pesar de los murciélagos. Desde allí los Estados Unidos controlaban los accesos al Canal y en caso de conflicto podían disparar desde esas posiciones. El lugar es extremadamente selvático. Había que ir un poco mejor equipados de lo que fuimos nosotros por las víboras y demás animales que no quisiera saber que nos estaban mirando en esa selva.

fortificación abandonada

Cenamos en brisa con un pan recién horneado por el capitán…

Douglas con pan

Un día de navegación

Al día siguiente era el gran día de navegación así que estuvimos bien temprano para desayunar en Brisa y cuando íbamos a partir descubrimos que el sargazo nos sabía rodeado el barco. Intentamos salir igual pero lamentablemente nos trabó la hélice tuvimos que hacer una parada de emergencia ayudados por gente de la marina y Douglas tuvo que bucear para retirar el sargazo de abajo del barco.

Después tuvo que descontaminar ese sargazo… jaja

Nadando con el sargazo

Finalmente pudimos salir y llegamos a mar abierto a la zona de espera para la entrada al canal del canal a Panamá. O sea es una zona de anclaje de barcos muy grandes parecidas a las que hay frente a Pocitos donde lejos en el horizonte se ven están todos esos barcos cargueros esperando en el área de fondeo frente al puerto de Montevideo. Esto es igual, pero con mucha más cantidad de barcos. Navegando a vela pudimos salir a mar abierto coordinando antes con la autoridad del Canal de Panamá que quería saber nuestras intenciones. Fue muy interesante, tuvimos la oportunidad de navegar y ver la complejidad y la majestuosidad de Brisa en altamar.

Edgar y Roberta navegando Brisa escorrado

En cierto momento y haciendo alarde de sus competencias el capitán decidió navegar en esa complicada zona con piloto automático. Les dejo el video en el siguiente, para posteridad. Enciende el audio para la narración.

Douglas con cámera

Finalmente volvimos a la Marina con el timón a cargo de la Capitana.

Douglas con Roberta timoneando

Visita con Cristina

Por la noche fuimos invitados por Cristina, una amiga de Douglas que vive permanente en un barco de 60 m de largo junto con su marido. Su yacht, Domicil, es de súper lujo con todos los electrodomésticos que uno tendría en una gran ciudad. La sala de máquinas súper pulcra toda pintada de blanco, se podía comer en el suelo, con 2 motores impresionantes. Un lujo faraónico. Esta canadiense había preparado una cena en la cubierta de popa y así pudimos disfrutar de uno de los tantos amigos de Douglas en la Marina. Había otros barcos muy grandes y lujosos, entre ellos un crucero muy grande de un magnate ruso que estaba varado ahí por las sanciones con toda la tripulación viviendo desde hace un año en ese lugar y barco magnífico

Edgar, Douglas, Christina, Roberta

Despedida

Al día siguiente fue el día de la partida a la noche teníamos que salir del aeropuerto de Tocumen por las dudas salimos a la tarde así que pasamos la mañana con Douglas en el barco almorzamos con él y por la tarde con mucha tristeza emprendimos el regreso.

Fue muy lindo compartir estos tres días con un amigo con quién comenzamos juntos el curso de timonel en el Nautilus tan solo seis años atrás y sin embargo ahora se ha convertido en un joven lobo de mar con su propio barco siguiendo sus sueños de libertad y con la firme intención de volver a Uruguay después de recorrer un largo camino que lo trajo desde Baja California donde compró el barco hasta Montevideo Todo esto solo, a puro coraje, afrontando temporales y adversidades y habiendo renovado Brisa por completo. Felicitaciones Douglas y gracias por la linda experiencia. Esperemos verte pronto por estas latitudes… y vamo arriba!

Douglas con porotos

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