Estamos a fines de octubre. Hoy dimos la última mano de la pintura “anti-fouling” del fondo. Puse la insignia de Brisa sobre el casco muerto bien pintado y listo. Lo he pulido con la ceba. La única cosa que falta entre Brisa y el agua es el eje de la hélice. Todavía no ha llegado de Miami.
Estas catorce semanas me quedé viviendo en Brisa, en el astillero de trabajo. No es tan cómodo. Lo que sirve es que estoy cerca de las tareas, y las estoy cumpliendo. Durante este tiempo he logrado muchas mejoras mayoras y menores, entre ellas:
Los costos mayores incluyeron:
El costo total fue de dieciocho mil dólares. Dicen que navegar a vela es el modo más costoso de navegar gratis. Qué lástima que hice la cuenta. Debo olvidarlo. Lo olvido.
Vuelvo al agua justo cuando viene el eje y lo instalo. Con los dedos cruzados, espero que no haya más contratiempos.