Acá en Panamá, a diferencia del Golfo de California, debo tener en cuenta las mareas.
Con la marea viva la variación entre la marea alta y baja es de más de dos metros. Hay partes del mundo donde dos metros de variación del nivel del mar es poco, claro. Lo que dijo es que una variación de dos metros es algo nuevo para mi.
Para entrar este fondeo acá en Boca Chica necesitaba pasar por un área donde la profundidad del mar, con la marea baja, no es mucho más que el calado del velero. Brisa tiene calado de una braza, o seis pies, o dos metros. Me siento bien si tengo por mínimo doble profundidad– dos brazas –cuando navego. Con solo dos brazas, navego cuidadosamente.
Con respecto al tiempo recorrer el acercamiento del fondeo, hay por lo menos cuatro opciones– con marea alta, con marea baja, con marea media creciente, y con marea media bajando.
Para algunos, los con conocimiento local, ellos ya familiarizados y de confianza, solo importa que el nivel sea suficientemente alto y se vayan. Pah.
Yo prefiero hacerlo de tal manera que, si algo pasa mal, tengo buenas opciones.
Con marea alta, bien. Hay lo máximo de profundidad. Lo problema es que si por causa encalló, el nivel del mar va a bajar y dejarme más y más alta por la tierra, hasta que pueda bajar para limpiar y pintar el casco.
Con marea baja es casi seguro que recorra una zona con profundidad que me preocupa. Al otro mano, si por causa encalló, menos mal. Solo espero media hora hasta que el mar me levante.
¿Puedes ver de dónde vengo con esto? Lo mejor es irme con marea media creciente. De tal manera tengo suficiente profundidad y, si encalle, tengo un colchón de la marea creciente para levantarme y liberarme.
Otro consideración es la corriente. Con la marea creciente, hay corriente a favor entrando y de contra saliendo. Si la corriente no es muy fuerte, considera que la profundidad sea más relevante.
Las mareas acá son diurnas. Hay dos altas y dos bajas cada día. No tienen mucha influencia por el viento como en Montevideo, por la costa del norte del Río de la Plata. Mis compañeros Montevideanos conocen bien como la marea esconde y muestra las rocas. Por toda la rambla hay rocas a veces arriba y a veces bajo el mar. También mis compañeros del club Nautilus lo conocen.
Mira la última foto. En lo alto, parece bien, ¿no? Fondeo al lado con el otro velero. Lo me aproximo de popa. Pah! Mira abajo. ¡Que fortuna no lo pruebe!