El 24 de Mayo Brisa se lanzó desde el astillero naval para entrar al mar por primera vez llevando su nuevo nombre. Hubo un ritual para presentar el velero al dios Poseidón. Esto supone verter una cantidad de fabuloso champán en el mar. Sin duda compartimos un trago con el dios.
Le rogamos a Poseidón que nos de la sabiduría de poder prestar atención a sus cambios y características, que no nos envíe donde no debemos estar, y que nos avise con ternura cuando no prestamos la atención suficiente a los límites o sus indicaciones.
Desde acá, el puerto de La Paz, BCS, navegamos algunas veces para practicar y descubrir qué cosas precisan atención antes de irnos al norte al Mar de Cortés. Cuando salgamos al norte habrá pocos servicios. Va a ser la primera excursión de verdad.
Brisa ha recibido una revisión de su sistema de enfriamiento del motor y una renovación del casco. La jarcia y las velas están listas. El navegante se está preparando, acopiando provisiones necesarias para una excursión que durará unos meses.
El mar cubre más del setenta por ciento de la superficie del planeta. Con tanta superficie para explorar, Brisa solo va a ver un poco. Pero sí, vamos a explorar nuevas fronteras, una parte del mundo menos conocida. La actitud es explorar el mar, no solo considerarlo como un espacio entre puertos que necesitamos pasar.
Así empiezan nuevas aventuras. Así empieza la historia de Brisa. Para parafrasear al Capitán Kirk sobre la misión de la nave estelar Enterprise, para ir con valentía donde muchos han ido antes.