Rehice el armario de propano. Saqué los tanques viejos. Saqué el regulador y la electroválvula viejos. Lo limpié. Reparé los soportes. Instalé un nuevo regulador y una electroválvula. Lo hice con muchas menos conexiones que antes, probablemente la mitad. Es más sólido y directo. Me imagino que está muy bien sellado. De hecho, estoy seguro. No tiene fugas.
La taquilla tiene un detector de propano que, si está conectado a un sistema electrónico, cuando detecta propano, interrumpe el suministro de propano cerrando el solenoide. (Eso si el solenoide no estaba ya cerrado).
Lo desconecté. Tengo un detector en la parte delantera de la cara que funciona cada vez que abro esa taquilla.
Si un detector encuentra propano en el armario del propano, no es tan amenazador. Eso va por la borda, fuera del barco. Impedirme seguir funcionando -cocinar mi café- por culpa de ese detector… es drástico y robótico; así que lo desconecté.
Lo que sí tengo es un detector que es independiente. Está montado debajo de la estufa, conectado a doce voltios, siempre alimentado. Si detecta vapores de propano, o los vapores del alcohol isopropílico que estoy usando para limpiar algo, o los vapores de la acetona, o del butano cuando recargo el encendedor… Si detecta cualquiera de ellos chirriará locamente e insistirá en que le preste atención.
En este caso lo silencio o desconecto, porque sé que son los humos de la acetona, y lo vuelvo a conectar más tarde. Así que ya está, tengo algo que detecta de forma fiable la presencia de humos de propano y me avisa para que haga algo urgentemente.