El Canal de Cabo Cod
El once de agosto navegué el Canal de Cabo Cod. Cabo Cod es una península de la costa atlántica del noreste de los Estados Unidos. Forma un anzuelo envolviendo una porción del océano para formar la gran Bahía de Cabo Cod. El canal corta la base de la península. Disminuye significativamente la distancia entre las bahías y las islas marítimas del sur y las bahías del norte.
Antes de pasar allí por el canal, he hecho media docena de paseos diarias por el estrecho de Long Island, el estrecho de la Isla Fishers, el estrecho de Rhode Island y la Bahía de Buzzards.
Al extremo este de la Isla Fishers hay una pista de golf muy exclusiva. Sobrevive porque los pudientes aman reunirse allí bien aislado y sin ser molestado por la chusma. Algunos han traído su palacio flotante para disfrutar la pista y rozar narices con sus compañeros. De verdad es un yate de vela magnífico.
La mañana del segundo de agosto entre Fishers y Rhode Island me encontré por primera vez… la niebla. Decidí continuar y ¿por qué no? Tengo la línea magenta sobre la carta electrónica. Incluso que no necesitaba bajar la velocidad. Cinco nudos no es demasiado rápido.
Los botes emergieron a la vista desde la niebla bien cerca, más cerca que nunca hubiera permitido si los había visto antes de encontrarlos. Compartí saludos con los pescadores recreativos en sus lanchas pequeñas.
No había viento ni oleadas fuertes. Había silencio, el sonido del motor, el sonido de una campana sobre una boya, el sonido de una campana eléctrica desde un velero atrás, aproximando. El sonido de la campana eléctrica era raro, falso. A la vez, funciona bien para anunciar la presencia invisible del velero. Solo sabía que era un velero cuando, al final, me alcanzó.
Decidí que sí, sería una buena idea hacer un sonido en la niebla. Además, es la regla. Saqué la bocina de aire y empecé a hacerla sonar cada minuto, o de vez en cuando. No sé si servía a alguien. Después del pasaje del velero con la campana eléctrica escuche una bocina con voz profunda y alta allí al frente, no sabía dónde exactamente. Escuché por la radio un aviso de un transbordador aproximando el paso donde yo estaba navegando.
Escuchando a la bocina con voz profunda y cada vez más fuerte, no sabía ¿hacia qué dirección debo tomar? No importa. El transbordador llegué desde la niebla a estribor yendo con toda velocidad por el rumbo opuesto. Si estaba para chocar conmigo no hubiera nada que pudiera hacer. Vino y desaparezco por la niebla en lo que sentía un instante. Por suerte no sufrí nada más que su estela.
Hice sonar mi pequeña bocina de aire, «tut tut», y seguí navegando.
La bahía de Newport, Rhode Island es un enfoque de actividad de veleros recreativos en Nueva Inglaterra. Allí encontré casi una docena de los yates grandes entre una multitud de veleros y catamaranes de todos tipos saturando el fondeadero protegido. Me ponía fondeado en el espacio más grande que pudiera encontrar, con vecinos cercanos por todos lados. Las amarradas allí son manejadas en alquiler por la capitanía del puerto. Fueron agotadas, y por lo bueno. En otras partes he encontrado fondeaderos saturados con amarras privadas vacías.
Pasé unas noches amarrado en una pequeña caleta, Puerto Quisset, cerca con Woods Hole, el instituto privado estadounidense de investigaciones marinas. Allí visité con un amigo viejo y su esposa. Dormí en la cama de una de sus habitaciones libres. Una cama que no se mueve. Fue raro y lindo.
Ellos me acompañaron para la travesía del Canal de Cabo Cod. Sacan una foto de su navegante loco e intrépido timoneando con su pie, llevando su remera de la Vela Puerca. Así nos vemos. Besos.
