Hicimos senderismo, yo y la pareja Canadiense del velero Sara M. Empecemos en un rincón del Puerto don Juan que se llama “La bañera”. Rápidamente ascendemos por los cerros rocosos sin senderos. Tengo mucho fortuna conocer a Alan y Robyn, porque son aventureros. No les molestan ir sin sendero hacía los cerros para explorar, encontrar, y disfrutar las vistas. La verdad es así, no hay bosques para oscurecer la ruta. Es fácil a ver sus pasos.
Comparto algunas fotos con descripciones de los lugares.
Robyn trepando por una cresta rocosa. Hicimos nuestros propios caminos.
Un altiplano, una cumbre, y el paso rocoso del cerro.
La vista desde el altiplano, casi perfectamente nivel con gravilla y algunas plantas duras.
En este cerro hay menos rocas. Las rocas son rojos, lleno de hierro. Otros son piedras pómez, muy ligeras, generalmente más pequeñas. Aún otros son obsidianas. Suenan como pedazos de vidrio cuando chocan, y a veces se quiebran.
El Puerto don Juan desde la cumbre de Punta don Juan. La laguna pequeña a la izquierda, un poco más verde, es el área de don Juan que llamamos “la bañera”. Podes ver algunos veleros fondeados detrás. Ve como la península protege el puerto. En la entrada, hay olas. Adentro, el agua está liso.
Desde la cumbre, mirando al norte, la Bahía los Ángeles. En el primer plano a la izquierda hay la entrada de Puerto don Juan. Las islas blancas detrás son “Los Gemelos”. A su derecha es la isla “Cabeza de Caballo”. Podes ver, en la distancia a la derecha, el cono del volcán Coronado.
Desde la cumbre, mirando al sur, una laguna en Ensenada el Quemado. Por la distancia, Ensenada el Pescador y Bahía de las Ánimas.