Hoy navegué por el ICW entre Charleston y Georgetown en Carolina del Sur. Navegué bastante porque la hora siempre fue favorable para pasar por los bancos con marea alta. Hay un lugar, lo peor, donde el calado es tan poco de un metro y medio. No me parece que hay suficiente de recursos aplicados al mantenimiento del canal.
Pah. Bien. Mirá. Pasé el primer puente estilo giratorio. Me dejan pasar. ¡Qué bobos! Ta. Más allá había dos veleros varados, esperando que crezca el nivel de la marea. Sí, estaba aumentando.
Pasé por un muelle de un colector de lanchas. La joya de la colección es un bote salvavidas del estilo utilizado en los grandes buques.
Esta familia está obviamente endeudada hasta las cejas. Es muy común en Estados Unidos. Si no estás tan endeudada que, si pierdes el trabajo no puedes pagar las deudas para la mes próxima, no sos un buen ciudadano. El consumo es el rey. Es un deber para todos. Además, de este modo todos se quedan esclavos de sus jefes.
Me encanta esta casa al medio de la nada. Por la costa, hay mil millones de hectáreas de grama salada. El ICW corre entre esto por millas y millas. Hay pasto hasta el horizonte. Era pésimo porque no había ningún refugio contra el viento. Me alivia mucho cuando al fin encontré un árbol.
La casa es como una casa en la pradera. No hay un sendero ni una calzada. El único método llegar es con lancha.